Cáncer familiar
Clínica Mencía, prevención de cáncer familiar o hereditario
Servicios de ginecología en Salamanca y servicios de ginecología en Plasencia
Aunque la mayoría de los cánceres son de origen esporádico, entre un 5-10% de los cánceres se consideran hereditarios, por eso es importante conocer su historia familiar de cáncer.
Es importante conocer que la historia familiar de cáncer no significa que se vaya a padecer cáncer, ya que lo que se hereda es la susceptibilidad al cáncer, no el tumor propiamente dicho.
La mayoría de los cánceres inciden en personas sin una aparente predisposición a padecerlos. Algunas mujeres, sin embargo, presentan una serie de factores de riesgo que pueden incrementar la posibilidad de sufrir esta enfermedad. Para los cánceres ginecológicos los factores de riesgo más importantes son los antecedentes de una lesión premaligna y la historia familiar de cáncer.
En los casos de cáncer familiar hereditario es frecuente encontrar diferentes miembros de la familia afectos por la misma o distintas neoplasias, habitualmente a edades precoces y con más frecuencia cánceres bilaterales. Algunas alteraciones genéticas pueden ser responsables del incremento de riesgo para determinadas enfermedades.
Para el cáncer ginecológico, las más frecuentes son las alteraciones de los genes BRCA 1 y BRCA 2 (BReast CAncer Gene 1 y 2). Todas las personas tienen estos genes, por tanto sus alteraciones pueden heredarse tanto del padre como de la madre. Es importante conocer que la historia familiar de cáncer no significa que se vaya a padecer cáncer, lo que se hereda es la predisposición, no el cáncer propiamente dicho.
Especial mención merece el cáncer de ovario hereditario. La mayoría de cánceres de ovario suceden esporádicamente en mujeres sin antecedentes familiares de cáncer de ovario. Sólo al 10% de dichos cánceres se les puede atribuir un origen genético. De éstos, el 90% se deben a mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2. Se estima que una de cada 280 mujeres sufre una mutación BRCA. El riesgo acumulativo de cáncer de ovario hasta los 70 años es del 28-63% en las mutaciones BRCA1, y del 16-30% en los casos de BRCA2. La mayor comprensión de la genética, de la actividad hormonal y su incidencia en el cáncer, permitirá establecer mejor la actitud más adecuada a adoptar con las portadoras.
PREVENCIÓN
Si tras los estudios realizados se considera que usted tiene un alto riesgo de cáncer, se elabora una estrategia preventiva individualizada que debe elaborar un comité multidisciplinar integrado por ginecólogos, gastroenterólogos, genetistas, radiólogos y psicólogos.
Esta estrategia preventiva podrá estar basada en tres grupos de actuación:
- Diagnóstico precoz.
Significa monitorizar cualquier posible signo de cáncer. Esto incluye la realización de revisiones ginecológicas complementadas con una serie de procedimientos diagnósticos específicos para la prevención del cáncer, como la mamografía para el control de las mamas y la ecografía ginecológica para examinar los ovarios. - Tratamiento médico
Se basa en la administración de fármacos con la intención de disminuir el riesgo y, por tanto, evitar la aparición del cáncer. - Tratamiento quirúrgico.
La cirugía preventiva reduce considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer, aunque no lo excluye al 100%.
Además una vez conocida la presencia de una mutación, ésta se puede estudiar entre los miembros de su familia que pueden padecer la anomalía. En el caso que ellos lo deseen, puede realizarse una detección de la mutación, que en esta ocasión será mucho más rápida, y elaborar en cada caso una nueva estrategia de prevención.
Es importante saber que para la realización de estos estudios es indispensable ser mayor de edad y aceptar conscientemente su realización.