La alternativa a la HISTEROSALPINGOGRAFÍA: TEST DE PERMEABILIDAD DE LAS TROMPAS

CLÍNICA MENCÍA, informa,

¿Estás intentando tener hijos y no lo consigues? ¿te han prescrito una prueba llamada HISTEROSALPINGOGRAFÍA?

El estudio de la permeabilidad de las trompas es una prueba necesaria cuando se pretender saber si existe algún impedimento a nivel de las Trompas de Falopio para que el espermatozoide y el óvulo se puedan encontrar y producirse así la fecundación. Es una prueba que debe indicar siempre un especialista en reproducción asistida, ya que existen varios factores a tener en cuenta a la hora de valorar si procede o no realizarla, como la edad de la paciente, si existe un factor masculino importante, etc.

Si estás en lista de espera para que te realicen una histerosalpingografía en la medicina privada, o no quieres someterte a la incomodidad o incluso dolor que supone esta prueba, debes saber que existen alternativas, y es llevar a cabo el TEST DE PERMEABILIDAD TUBÁRICA

El test de permeabilidad tubárica que os presentamos permite el fácil reconocimiento de la cavidad tubárica gracias al uso de una novedosa técnica, la Histerosalpingo-Foam-Sonografía (HyFoSy). La técnica ha sido desarrollada para reconocer la cavidad ginecológica por medio de ultrasonidos. Esta técnica supone una ventaja frente a las técnicas anteriormente utilizadas para ver la permeabilidad de las trompas, ya que evita tener que utilizar agentes de contraste y el uso de rayos X. De esta manera, el procedimiento se puede realizar en la misma consulta, de una manera más cómoda, rápida, sencilla y también con menos molestias para la paciente ya que el fluido que se introduce en la cavidad uterina permite minimizar el dolor a la paciente. El tiempo total de duración de la prueba suele ser entre 5-7 minutos.

Hasta ahora, la técnica utilizada era la histerosalpingografía, que consiste en un examen de rayos X de las trompas de Falopio y el útero de una mujer que utiliza una forma especial de rayos X llamada fluoroscopía y un medio de contraste, que suele ser iodo mezclado con agua. La toma de imágenes con rayos X supone la exposición de una parte del cuerpo a una pequeña dosis de radiación ionizante para producir imágenes del interior del cuerpo. La duración del procedimiento está entre 15-20 minutos.

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